lunes, 17 de marzo de 2008

Corresponsalía en La Plata, Argentina. Alicia Trussi*


XXXIV FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE BUENOS AIRES


Nadie ya duda que las generalizaciones no sirven para las cuestiones sociales. Es que si no advertimos el camino de las contradicciones no nunca entenderemos nada de lo que nos pasa.
Una buena ejemplificación la proporciona este súper mega evento cultural en una Buenos Aires desvalida por la injusticia social y por la pésima administración, evidente a todas luces, del gobierno del empresario derechista, exitoso y por lo demás presidente del Club Boca Juniors , Don Mauricio Macri, jefe de gobierno de la ciudad autónoma.

Desde 1974 se realiza año a año pero nunca con tanto éxito de público. Desde eventos de los más variados y originales como son variadas las personas que asisten-.Organiza a esta Feria y solventa la Fundación El Libro y además editoriales y entidades estaduales.

Pabellones, salas, auditorios ahí están rebozando de escolares, de porteños y de gente de todo el país y del exterior Sólo en La Habana ví una movida semejante, con la diferencia que en Buenos Aires los libros se miran, se tocan pero se compran poco o más bien nada, sencillamente porque no se lee. Es decir, los libros están, los escritores escriben y les publican pero el rendimiento es escaso. Lo que más llegan son las charlas con debate y las presentaciones porque hay un aspecto pintoresco que es la cholulez (cotilleo)(hay también un cotilleo intelectual) que implica haber conocido a Naomí Klain, Baltasar Garzon, Almudena Grande, Ricardo Piglia, Manuel Vicent y…¿a quiénes más? a los ganadores de Operación Triunfo y Gran Hermano !!!!!

En esta semana de mayo y tras 21 días de exitosa presencia se clausura con el paso de casi un millón y medio de personas. Aunque no lo parezca. Es un fenómeno de masas sin dudas.
Estuvieron representados 47 países que mostraron lo mejor de sí. La Argentina no se quedó atrás y fue pionera en esta maratón por hacer cosas “novedosas”, aunque sea en este mundito acotado de la feria. Los escolares, p. ej. pudieron deslumbrarse ante una máquina que imitando otras de antaño dispensaba libros de bolsillo a precio de regalo en vez de cigarrillos. Y no eran cualquier libro, eran clásicos en especial de la literatura. Por su parte el Estado de Israel proporcionaba un teclado virtual para confeccionar postales en conmemoración de sus 60 años. Y así infinidad de buenos ejemplos.

La gente mayor formada en los libros y no en las pantallas vieron al evento como una venganza saludable así se parezca a un gran supermercado en horario pico o a un centro más de atracción turística. ¿no será tal vez una pasión de multitudes por mirar los libros pero sin participar de su convite interno? Multitudes que miran pero no ven, seguramente.


*Profesora argentina de Filosofía

20080513

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